La importancia de una buena higiene bucodental


Cuidar la salud bucal es imprescindible para poder prevenir las enfermedades que afectan a los dientes, la lengua o las encías. Es importante no subestimarlas y saber identificarlas para acudir a un profesional que nos ayude a solucionar un posible trastorno. Estas son algunas de las enfermedades que pueden aparecer si no mantenemos diariamente una buena higiene bucodental. 

Gingivitis

La causa de la gingivitis es una bacteria que produce inflamación y sangrado de las encías. La acumulación de placa en la línea de las encías es lo que origina esta enfermedad. La gingivitis es reversible, aunque en los casos más severos podría afectar al hueso alveolar, el que sostiene los dientes, lo que aumentaría el riesgo de caída de piezas dentales. 

Periodontitis

​Si un paciente con gingivitis no se trata adecuadamente, la situación puede agravarse y llegar a afectar al periodonto, el conjunto de ligamentos que fijan al diente al hueso maxilar. Esto provocaría unas lesiones irreversibles. La pérdida del soporte hace que, en primer lugar, los dientes se vayan aflojando, y finalmente se caigan. Esta es la principal causa de la caída de los dientes en los adultos. 

Caries

La caries es la enfermedad más común que afecta a los dientes, principalmente a las muelas. Si no se tratan pueden llegar a destruir los dientes e incluso matar los nervios centrales. Cuando todavía son superficiales, no tienen porqué ser dolorosas ni prácticamente visibles. Es conveniente detectarlas cuanto antes. Para ello es necesario acudir a revisión. En los casos más graves el paciente puede necesitar una endodoncia. 

Halitosis

La halitosis es un trastorno que produce mal aliento. Se calcula que alrededor del 40% de la población sufre o ha sufrido alguna vez de halitosis. Si el mal olor continúa después de una buena rutina de higiene bucal, el paciente deberá acudir al dentista para que averigüe si se trata de un problema más serio. Solo un especialista puede identificar el origen de la halitosis, si proviene de una enfermedad de las encías, de la formación de la placa bacteriana o de una sequedad bucal. 


Tu lengua dice mucho de tu salud bucodental

Es importante observar los cambios en la apariencia de nuestra lengua y acudir a un profesional cuando se trate de posibles síntomas de enfermedades a los que debemos prestarles atención. Un color blanquecino podría indicar una candidiasis oral. Se trata de una infección por hongos que se presenta en forma de manchas blancas en nuestra boca. O también podría tratarse de leucoplasia, una lesión bucal que generalmente no puede desprenderse a través del raspado. 
SI la lengua presenta rojeces, podría indicar una falta de vitaminas, como la B12 o el hierro. Si el que tiene la lengua enrojecida es un niño, probablemente se trata de fiebre escarlata, una infección que hace que la lengua se ponga roja y presente pequeños bultos. 
Si la lengua está negra o áspera, es posible que se deba a un crecimiento excesivo de las papilas gustativas. Algunas de esas papilas pueden acumular una gran cantidad de bacterias, lo que conllevaría un mayor riesgo de padecer infecciones. 

5 consejos para conseguir una buena higiene bucodental

1. Cepillar los dientes después de cada comida:  los profesionales recomiendan cepillar entre 2 y 3 minutos después de haber ingerido alimento. Es algo básico, pero muchas veces no dedicamos el tiempo que requiere o no hacemos el movimiento de manera adecuada.
2. No olvidar cepillar la lengua: una gran cantidad de bacterias se acumulan en nuestra lengua debido a su anatomía. Es la causa principal del mal aliento. Por eso es importante tomarse un tiempo para cepillar y limpiar también esta zona. Siempre hay que hacerlo de dentro hacia afuera. 
3. El hilo dental: la seda dental elimina los restos de comida que se quedan entre los dientes, tanto en los espacios más grandes, como en los más pequeños puede haber restos de comida. Así se forma la placa dental que puede ocasionar distintas enfermedades en la cavidad bucal. 
4. Usar enjuagues bucales: este debería ser el último paso de una rutina de higiene bucodental adecuada. Además de prevenir algunas enfermedades, evita el mal aliento y proporciona un aliento fresco. Esto no sustituye de ninguna manera al cepillado,
5. Una limpieza dental cada año: los profesionales aconsejan hacer una limpieza más profunda una vez al año como mínimo. El objetivo es acabar con la placa bacteriana y el sarro acumulado, sobre todo, en las zonas menos accesibles. 

Estas pautas son fundamentales si queremos mantener una buena salud bucodental, sin olvidarse de pedir cita para una revisión con un profesional al menos una vez al año. Porque como todo en la vida, prevenir es mejor que curar. 



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