Las mujeres, principales víctimas de las enfermedades cardiovasculares




La enfermedad cardiovascular se debe a trastornos del corazón y los vasos sanguíneos y es una de las principales causas de muerte en el mundo. Según datos de la Federación Mundial del Corazón (WHF), en 2012 fue responsable de 17,5 millones de muertes prematuras y se estima que esta cifra ascenderá a 23 millones en el año 2030. Se trata de un problema que todavía no hemos sido capaces de hacer frente. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cardiopatía isquémicaenfermedad ocasionada por la arteriosclerosis de las arterias coronarias - es la primera causa de muerte a nivel mundial y ha aumentado su mortalidad en los últimos años. 








La enfermedad cardiovascular sigue siendo la principal causa de muerte en nuestro país (29,17%), por delante del cáncer (27,50%) y las enfermedades del sistema respiratorio (11,4%). Asimismo, se mantiene la brecha de mortalidad entre hombres y mujeres. Según el último informe del Instituto Nacional de Estadística (INE), mueren más mujeres que hombres de enfermedades cardiovasculares. Concretamente, 9.000 más. Pero a pesar de la gran diferencia, la idea de que el infarto y otras enfermedades cardiovasculares son cosa de hombres sigue estando presente en la gran mayoría. ¿Por qué la sociedad tienen esa percepción y la realidad es totalmente la contraria? 

Además, según datos de la Fundación Española del Corazónel pronóstico de un infarto de miocardio es peor en mujeres que en hombres. Un porcentaje mayor fallece antes de llegar a un hospital (52% frente al 42% en los hombres) y el pronóstico es también peor tras la hospitalización. Esto se deba a las mujeres tienden a padecer este tipo de enfermedades aproximadamente 10 años más tarde que los hombres, por lo que suelen tener otros trastornos adicionales (enfermedad renal, osteoarticular, anemia…). Además, las mujeres suelen consultar con mayor retraso, tardan más en ser diagnosticadas al presentar a veces síntomas atípicos. Los clásicos incluyen dolor opresivo en el centro del pecho o en la zona epigástrica (estómago), que puede irradiarse a brazo izquierdo, ambos brazos, incluso el cuello,  sudoración y dificultad al respirar. Pero las mujeres pueden presentar otros quizás no tan conocidos como las náuseas, vómitos e indigestión, o también dolor en el centro de la espalda y en la mandíbula. 

Los factores de riesgo cardiovascular son los que se asocian a una mayor probabilidad de sufrir una enfermedad cardiovascular, es decir, el colesterol, la diabetes, la hipertensión, el tabaquismo, el estrés, la obesidad, la frecuencia cardiaca, y también la herencia genética. Por eso, lo mejor que podemos hacer para prevenir este tipo de enfermedades es llevar una vida sana. La práctica de ejercicio físico de forma regular es clave en la prevención de las enfermedades cardiovasculares, como también lo es seguir una alimentación equilibrada. No hace falta encerrarte en un gimnasio para ello, caminar ayuda a reducir el riesgo de hipertensión, cardiopatía coronaria y accidente cerebrovascular. Un buen paseo, siempre y cuando lo hagamos con cierta regularidad, puede ser un gran aliado para empezar a cuidarnos. Por ello, cada 14 de marzo se celebra el Día Europeo para la Prevención del Riesgo Cardiovascular, que tiene como meta principal concienciar a toda la sociedad de la importancia de prevenir este tipo de enfermedades. En nuestra mano está. 






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